La Perra Católica

logos PNG-02

Los ‘millennials’ y su concepto del ahorro

Durante mucho tiempo se dijo que los millennials eran una generación sin rumbo financiero. Hoy, la realidad demuestra todo lo contrario. Nuevas encuestas europeas —que bien pueden reflejar tendencias similares en México— revelan que las personas de entre 25 y 40 años tienen como máxima prioridad la capacidad de ahorro, y cada vez más lo hacen con un sentido de propósito.

Una generación marcada por la incertidumbre económica

No es casualidad que los millennials estén tan enfocados en ahorrar. Su entrada al mundo laboral coincidió con una de las crisis económicas más profundas en décadas: la crisis financiera global de 2008, que en México se sintió en forma de estancamiento económico, escasez de empleos y altos niveles de informalidad.

Esa experiencia dejó huella. Hoy, ocho de cada diez millennials en países desarrollados —y en México la cifra no es muy distinta— afirman que ahorran de manera regular, aunque lo más llamativo es cómo lo hacen y por qué.

El ahorro, aún sin rendimiento

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que el 70% de los millennials ahorra sin buscar optimizar su dinero. Es decir, no invierten sus ahorros en cuentas remuneradas, CETES, fondos o cualquier otro vehículo financiero que les genere rendimientos. De hecho, un 30% guarda su dinero al estilo tradicional: en casa, bajo el colchón o en cajas fuertes.

Aunque esto puede parecer poco eficiente, tiene sentido si se considera el contexto. En México, las comisiones bancarias altas, la desconfianza hacia el sistema financiero, y la baja educación financiera han hecho que muchas personas prefieran la seguridad del efectivo. A esto se suma que, durante años, las tasas de interés reales fueron muy bajas o negativas.

¿Para qué ahorran los millennials?

A diferencia de generaciones anteriores que ahorraban pensando en un coche o una casa como símbolo de éxito, los millennials tienen objetivos más pragmáticos y flexibles:

  • Crear un fondo de emergencia.
  • Ahorrar para viajes y experiencias personales.
  • Complementar su pensión para la jubilación.
  • Estar preparados ante la inestabilidad laboral.

Pero eso no es todo. Una nueva motivación empieza a distinguir a quienes van más allá del simple ahorro: invertir con propósito.

Invertir en un futuro que valga la pena

Del total de millennials encuestados, un 30% sí busca rentabilizar su dinero, pero no de cualquier forma. A esta generación le importa dónde pone su dinero y qué impacto tiene. No se trata solo de rendimiento, sino de pertenencia, valores y sostenibilidad.

Muchos jóvenes quieren sentirse parte de algo más grande cuando invierten. Ya no basta con que una empresa sea rentable: tiene que ser responsable, ética y sostenible. De hecho, casi el 50% considera fundamental que las instituciones financieras con las que interactúan tengan compromisos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

Este tipo de mentalidad ha impulsado nuevas formas de inversión en México, como:

  • Fondos verdes que invierten en energías limpias.
  • Proyectos inmobiliarios con enfoque ambiental.
  • Plataformas de crowdfunding con impacto social.
  • Iniciativas de economía circular o comercio justo.

El reto: convertir el ahorro en patrimonio

El gran desafío para los millennials en México no es solo ahorrar, sino aprender a convertir esos ahorros en patrimonio sostenible. Esto implica:

  1. Elevar la educación financiera desde la juventud.
  2. Reducir las barreras para invertir, como comisiones excesivas o trámites complejos.
  3. Fomentar la transparencia en los productos financieros con impacto social.
  4. Crear una cultura de inversión accesible, donde las personas puedan comenzar desde montos bajos y con acompañamiento.

Un futuro con conciencia financiera

Lo que revela este estudio es más que una tendencia: es un cambio generacional en la forma de entender el dinero. Los millennials —y en menor medida la Generación Z que los sigue— están apostando por un modelo económico más ético, responsable y humano.

En tiempos donde la inflación, la incertidumbre y el cambio climático amenazan el bienestar de millones, estas nuevas formas de ahorro e inversión nos recuerdan que sí es posible construir un futuro financiero sólido, sin dejar de pensar en el bien común.

 17,444 Visitas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio